El Presupuesto proyecta una disminución en la cantidad de compras al exterior en comparación con este año. La mayor parte de ese ahorro provendrá de menos envíos de GNL

El Gobierno prevé una caída en la cantidad de importaciones totales el año que viene, en su mayor parte explicado por una proyección de recorte en la necesidad de dólares para comprar energía en el exterior en caso de que termine en tiempo y forma la construcción del gasoducto de Vaca Muerta. El proyecto de Presupuesto 2023 refleja una disminución en ese rubro de 2,7% en términos nominales, luego de un año como 2022 que terminaría con una escalada de 32,4 por ciento.

La cuestión del saldo comercial externo es uno de los elementos que el Gobierno considera decisivo para la hoja de ruta económica para el año próximo. Este año el salto de precios internacionales de la energía por la invasión de Rusia a Ucrania hizo crecer la demanda de divisas del Banco Central para comprar gas natural licuado (GNL) desde el exterior para abastecer la necesidad de energía de los meses más fríos, algo que presionó a las arcas de la autoridad monetaria en un contexto de reservas escasas.

El proyecto de Presupuesto 2023 refleja una caída en las importaciones por un valor de 2,7%, explicado en su mayor parte por menores compras de energía

Ese efecto, que llevó al Gobierno a tener que pagar un promedio de casi USD 2.000 millones por mes a lo largo del invierno, terminó en septiembre, lo que representó un alivio para el frente cambiario. Así, el 2022 terminaría según las proyecciones plasmadas en el proyecto de ingresos y gastos enviado al Congreso el jueves pasado con importaciones por un total de USD 95.772 millones, contra los USD 72.362 millones que precisó importar la economía a lo largo de 2021.

“Las importaciones de combustibles en los primeros siete meses se incrementaron 200,4% interanual, con un crecimiento en precios de 93% interanual. Esta suba, junto con la del resto de los commodities, generó un incremento en el costo de los insumos difundidos que se ve reflejado en el aumento de los precios de las importaciones de bienes intermedios (25,5% interanual los siete primeros meses del año)”, menciona el equipo económico como explicación en el Presupuesto 2023.

“Otro factor a tener en cuenta para explicar los mayores precios de importación es el aumento en el costo de los fletes internacionales, que desde diciembre de 2020 registran un progresivo incremento, alcanzando en julio de 2022 una suba de 54,2% interanual”, continuó.

En lo sucesivo, para 2023 se prevé un ajuste en términos nominales en la cantidad de importaciones. Así, el año finalizaría con un monto de compras al exterior de USD 93.203 millones. Como ese año las exportaciones treparían hasta USD 105.550 millones (también un leve aumento respecto a los USD 103.523 millones esperados para 2022), el saldo comercial terminaría en torno de los USD 12.300 millones. Como comparación: este año ese diferencial sería superavitario en USD 7.750 millones.

El equipo económico estima que de terminarse la construcción y comienzo de operación del gasoducto Néstor Kirchner, el Gobierno se ahorraría unos USD 2.400 millones de importaciones de energía a lo largo de 2023

Ahora bien, la mayor parte de la caída en las importaciones del año próximo estarían explicados por un solo item: el ahorro de divisas para la compra de energía desde el exterior. Y ese elemento estaría explicado por la finalización de la construcción y el comienzo de las operaciones del gasoducto Néstor Kirchner.

Según afirmaron a Infobae fuentes oficiales, a lo largo de 2023 el Estado se ahorraría a priori unos USD 2.400 millones por importaciones que dejaría de realizar ante un abastecimiento mayor desde Vaca Muerta hacia el resto del país. La cuenta global de importaciones de energía para el año próximo rondaría los USD 9.000 millones, que es aproximadamente lo que ya compró el país por este rubro en los primeros siete meses del 2022.

Fuente: Presupuesto 2023

“A diferencia de los últimos dos años el Gobierno prevé un mayor dinamismo de los volúmenes exportados (+7,1%) que de los importados (+2%), lo cual se traduciría en un superávit comercial (de bienes y servicios) trepando de casi USD 7.800 M este año a cerca de USD 12.400 M en 2023 (+USD 4.600 M)”, mencionó un informe reciente de Ecolatina.

“Un supuesto clave que pareciera estar detrás de esta proyección es la finalización del gasoducto Néstor Kirchner (se espera para finales de junio 2023), esencial para reducir las importaciones de energía el año que viene en un marco en que siguen muy elevados los precios a nivel internacional. Por otra parte, se advierte que habría una parte del crecimiento económico que no se trasladaría en una mayor demanda de importaciones”, concluyó.

El saldo comercial terminaría en torno de los USD 12.300 millones en 2023. Como comparación: este año ese diferencial sería superavitario en USD 7.750 millones.

Otro factor que incidirá en el ritmo importador será el de la propia velocidad que adoptará la actividad económica. Según el proyecto de Presupuesto y de acuerdo a lo que reconocen en despachos oficiales, la economía crecerá a un ritmo mucho más modesto, lo que bajará las necesidades de importaciones para abastecer al sector productivo.

En el Gobierno le dan al potencial del gasoducto de Vaca Muerta no solo importancia por la cuestión de las divisas sino fiscal: un precio menor de la generación de energía implicaría un gasto menor para el Estado en términos de subsidios. Fuentes cercanas al ministro de Economía Sergio Massa hablan de que la puesta en marcha del Plan Gas 4 y 5 reemplazaría un costo del gas de 30 dólares por millón de BTU a un rango de entre 3,50 y 3,70 dólares.

Fuente: Infobae 20/09/22