El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) aseguró que el endeudamiento actual y la deuda propuesta por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para 2024 no crearán una crisis fiscal y mucho menos detendrá el crecimiento económico de México.

“Hay elementos que vale la pena considerar y que permiten pensar que es poco probable que haya una crisis fiscal y menos probable aún, que se ponga en riesgo el crecimiento, es importante considerarlos para no crear expectativas negativas”, afirmó el Comité Técnico Asesor del Indicador IMEF.

“Si después del 2024 se regresa a déficits que crezcan a la misma tasa de G, G=3, por ejemplo, y se mantienen como proporción del PIB entre 3.0- 3.7%, la deuda sería casi 70% del PIB en 2030, y sería sostenible”, agregó.

Aún siendo sostenible un endeudamiento creciente, el principal tema seguirá siendo el cómo se utilicen esos recursos adicionales, ya que bien utilizados podrían incluso reducir la deuda como proporción del PIB y ampliar el espacio fiscal, manifestó el IMEF.

El Comité Técnico Asesor del Indicador IMEF señaló que no hace una apología del gasto público con el análisis sobre qué tan factible es que el endeudamiento actual y el de 2024 conduzcan a una crisis fiscal y a detener el crecimiento.

“Es grave no priorizar el gasto en inversión, salud, educación y seguridad”, comentaron los economistas que hacen mes con mes el indicador IMEF.

Agregaron que Pemex no puede salir de la ecuación, pues tiene déficits crecientes y la falta de exploración redujo las reservas probadas.

El sistema de refinación, además, acumuló ya una pérdida de más de 700,000 millones de pesos del 2019 al 2022, detallaron.

“Tampoco se pueden justificar los déficits del 2022, 2023 y 2024, 4.3%, 3.8% y 5.4% del PIB respectivamente, y el endeudamiento en que se ha incurrido”, apuntó el Comité.

La deuda como proporción del PIB es poco relevante, porque varios países desarrollados superan el 100%, apuntó el IMEF.

“México tiene menos de 50% de deuda como proporción del producto interno bruto, mientras que Estados Unidos (tiene) más de 100% por ciento y Japón, más de 200%; pero no son comparables y tampoco implica que estemos mejor que ellos. En todo caso el cociente mexicano es razonable”, señaló.

De entrada, los ingresos en México como proporción del PIB son extremadamente bajos, por lo que urge incrementarlos.

En cuando a la deuda medida en años de ingresos, abundó el IMEF, la de México es de 2.6, igual que la de Canadá y ligeramente superior a la del Reino Unido, mientras que la de Estados Unidos es de 3.4.

“Para México no es preocupante”, atajó.

Por otro lado, el pago de intereses y gastos por la deuda como proporción de los ingresos totales, si sigue creciendo, reducirá más los recursos para invertir y lograr crecimiento y bienestar, expresó.

Las cifras esperadas serán inferiores a las de los primeros 6 o 7 años de este siglo. Una programación sensata de los déficits futuros y buen financiamiento, lo resolverían.

La deuda per cápita puede señalar el potencial de la economía para sostener la deuda indefinidamente, por lo que el cociente de México lo coloca con buena capacidad, expuso.

Agregó que el perfil de la deuda, con vida media de 8 años en la interna y 20, la externa, la mayor parte con tasa fija, resalta un buen manejo del financiamiento realizado por Hacienda, destacó el IMEF.

Fuente: Forbes Mexico (01/11/23)
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