La economía de México tiene una “ligera expansión”, concluyó el IMEF al interpretar sus dos indicadores sobre el estado y rumbo de la producción de las manufacturas, el consumo y los servicios en el país.

La economía de México tiene una “ligera expansión”, concluyó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) al interpretar sus dos indicadores sobre el estado y rumbo de la producción de las manufacturas, el consumo y los servicios en el país.

El Indicador IMEF Manufacturero de septiembre registró un incremento de 0.6 puntos con respecto al mes de agosto de 2022, situándose en 50.1 unidades, y regresando marginalmente a zona de expansión.

El Indicador IMEF varía en un intervalo de 0 a 100 puntos y el nivel de 50 puntos representa el umbral entre una expansión (mayor a 50) y una contracción (menor a 50), de la actividad económica.

Por su parte, el Indicador IMEF No Manufacturero disminuyó 0.6 puntos durante el mismo periodo, situándose en 50.9 unidades. No obstante, suma ya ocho meses consecutivos por arriba del umbral de 50.

Si bien los resultados del mes no sugieren un dinamismo de la actividad económica sumamente vigoroso, sí revelan un cierre del tercer trimestre positivo”, dijo el IMEF en su reporte mensual.

Los resultados registrados de ambos indicadores en los últimos tres meses anticipan la continuidad del crecimiento del PIB de México, pero con un menor dinamismo en esta segunda mitad de 2022 respecto al primer semestre.

En Estados Unidos, la actividad industrial mostró una ligera desaceleración al pasar su cambio porcentual anual de 3.8% (en julio) a 3.7 por ciento.

Por su parte, el mercado laboral continuó registrando una evolución sólida, a pesar de que la tasa de desempleo mostró un incremento en agosto a 3.7% de 3.5% en el mes previo.

No obstante, el Comité Técnico Asesor del IMEF consideró que la solidez del mercado laboral se considera un argumento para pensar que una posible recesión en Estados Unidos no sería tan profunda ni prolongada.

La inflación continuó siendo elevada en agosto, a pesar de que el índice general de precios al consumidor se redujo de 9.1% a tasa anual en julio, a 8.3% en agosto.

Sin embargo, la inflación subyacente mostró un aumento a tasa anual de 5.9% en julio a 6.3% en agosto.

En México, los indicadores cíclicos coincidente y adelantado a julio continuaron mostrando una tendencia opuesta, ya que el coincidente siguió al alza mientras que el adelantado mostró una marcada baja.

Para el IMEF, esto último puede interpretarse como la gestación de condiciones económicas menos favorables en el futuro.

Por su parte, el comportamiento del IGAE a julio siguió mostrando una moderación, la cual fue más marcada en el componente de la actividad industrial que en el de los servicios.

Precisamente la producción industrial a julio registró una desaceleración, a pesar de que su tendencia continúa moderadamente al alza.

La inversión fija bruta mostró un aumento en junio (último dato disponible) aunque su ritmo de crecimiento continuó siendo muy lento y el nivel de inversión se encuentra aún muy lejos de recuperar los niveles de prepandemia. Se destacaron diversas inversiones extranjeras en plantas y centros de distribución en algunos estados de la República como Nuevo León y Querétaro.

Estos desarrollos son congruentes con el fenómeno internacional del nearshoring. En la coyuntura económica global actual, dijo el IMEF, el nearshoring es una excelente oportunidad para ser aprovechada por la economía mexicana.

Fuente: El financiero 03/10/22