En poco más de dos años de vida del T-MEC, los tres socios comerciales han activado cuatro veces el mecanismo de solución de controversias, siendo la última por los cambios en la política energética del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
El diputado priista Ildefonso Guajardo y el senador panista Gustavo Madero, participantes del Encuentro Expansión: Situación actual del México, comentaron que México, Estados Unidos y Canadá no lograrán resolver el tema energético en las consultas, mecanismo no contencioso de la solución de controversias, por lo que será un panel de expertos el que tome la decisión final.
“Vamos a ir a un panel y seguramente lo vamos a perder. Y los norteamericanos van a decidir en qué momento ejecutan las consecuencias y el presidente (de México) va a pedir sacrificios a los sectores que puedan salir afectados con aranceles con tal de defender la soberanía”, adelantó el diputado Guajardo, quien encabezó al equipo negociador del T-MEC en la administración de Enrique Peña Nieto.
Una vez que el panel resuelva quién tiene la razón, se cuantificará el daño. “Una vez que lo cuantifiques, le darás la potestad al que inició la consulta para aplicar represalias comerciales y puedan deducir dónde (aplicarlos). Los tiempos y los sectores afectados van a ser muy importantes”, agregó Madero Muñoz.
A decir del senador panista, “el gobierno se va a tragar la píldora del año porque es administrable y va a tratar de compensarla con subsidios y algún tipo de estímulos”.
Previo a la solicitud formal de consultas de Estados Unidos y Canadá, la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, envió una carta a la secretaria Tatiana Clouthier en la que, entre otros puntos, advertía que la política energética de México ponía en riesgo inversiones por 10,000 millones de dólares.
Una alternativa para evitar llegar al panel de expertos y, en su caso, las sanciones comerciales de Estados Unidos y Canadá, tiene que ver con el Poder Judicial.
Los amparos que las empresas interpusieron sobre la ley de la industria eléctrica, si prosperan, dejarían sin materia los reclamos de los socios comerciales de México. Estos se pueden resolver en cualquier momento.
Sin embargo, advirtió Gustavo Madero, va a tener consecuencias en materia de certidumbre, pero inversionistas y empresas ya están esperando 2024.
“El fallo de la Corte sobre la ley de la industria eléctrica -que no alcanzó los votos para declararla inconstitucional- que no es el que quisiéramos, nos dejó en un no tan mal lugar porque sigue dejando abierta la puerta de los amparos. Eso nos va a dar un piso de revisión de la propia ley en unos años”, sostuvo por su parte la senadora priista Claudia Ruiz Massieu.
El presidente López Obrador entendía que México necesita el T-MEC para el desarrollo del país y una fuente de certidumbre para atraer inversión. Sin embargo, bajo su discurso de la soberanía energética de México, “cruzó la raya”, agregó Edda Jaime Treviño, directora general de México Evalúa.
“El peso de esta visión de soberanía energética es tan fuerte que, aquí sí rompió, aquí sí cruzó la raya al hacer un cambio que es inconstitucional aunque la Corte haya fallado de una forma muy extraña, y eso va a tener repercusiones”, destacó.
El presidente López Obrador, coincidieron los participantes en el Encuentro Expansión, ha manejando un doble discurso en el que, por un lado, “ofende” a los socios comerciales de Norteamérica y, por otro, entiende la importancia del T-MEC para México y, por ello, su permanencia en el tratado.
Tal como hizo el presidente Donald Trump, que por ejemplo, condicionaba temas comerciales con migratorios, López Obrador piensa que puede cruzar temas para negociar, dijo Ildefonso Guajardo.
En este entorno de armado de bloques, la pandemia y recientemente la guerra en Ucrania hacen de México un lugar ideal para la relocalización de cadenas de suministro.
“México, siendo la 15 economía del mundo, tiene todo para aprovechar las ventajas de los cambios, pero no lo estamos logrando por la falta de visión y alineamiento político, ideológico y económico con nuestro principal socio comercial (Estados Unidos)”, lamentó Madero.
A pesar de la incertidumbre por la decisiones tomadas en la actual administración federal en México, aunado a temas de seguridad y, principalmente, los problemas en el suministro energético no han impedido que haya empresas que buscan a al país para reubicarse.
En lugares como Tijuana, Nuevo Laredo y El Paso hay gran interés por comprar y desarrollar parques industriales. “La venta de terrenos industriales en 2021 más que se duplicó con respecto a 2018”, destacó Ildefonso Guajardo.
“Imagínense dónde podríamos estar si hubiera más claridad. Las oportunidades perdidas, el costo de oportunidad de la ambigüedad, de hacer leyes que violan al T-MEC tiene costos, erosiona la confianza, pero ¿dónde podríamos estar si estuvimos decididos a realmente engancharnos con Norteamérica?”, cuestionó Edna Jaime.
A pesar de las oportunidades, Guajardo señaló que el país tiene cuellos de botella, como la falta de energía eléctrica, lo que puede frenar la llegada de inversión y la relocalización.
Hacer tangible el T-MEC
Tanto en México como en Estados Unidos hay desconocimiento de los beneficios que tiene el T-MEC para ambos países. Entre otras razones, porque ha fallado la política pública para comunicarlo, lamentó Edna Jaime.
Es necesaria una mayor asimilación social de que el T-MEC es algo bueno para México. Sin embargo, así como en Estados Unidos, donde 6% de los estadounidenses, no saben en qué les beneficia este acuerdo comercial.
“Hay que hacer un esfuerzo sostenido de hacer claros, tangibles y presentes los beneficios del tratado para la gente común, no para el empresario, que lo tiene claro, no para los que compartimos una visión; es en general”, insistió Claudia Ruiz Massieu.
El futuro del T-MEC
El horizonte tel acuerdo comercial de Norteamérica se tiene que ver desde varios ángulos.
Guajardo recordó que el TLCAN “estaba muerto pero no se lo habían dicho”, sostuvo recordando que el presidente Barack Obama, “de una manera muy inteligente”, invitó a México y Canadá al TPP y, “por la puerta de atrás, modernizó el TLCAN sin abrir tanto debate. Todo lo que se reflejó en el T-MEC ya no habíamos negociado en el TPP”, detalló el diputado.
Añadió que, por temas como el mecanismo de revisión, el T-MEC está mejor posicionado que su antecesor.
Ninguno de los participantes en el Encuentro Expansión ve un panorama en el que haya una salida del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá.
El T-MEC tiene mecanismos que le dan el “horizonte” de la continuidad”, agregó Claudia Ruiz Massieu. “Al haber una revisión, de alguna manera, te garantiza que es un instrumento que puede ser adaptable”, añadió.
Uno de los retos que tiene el T-MEC, apuntó Ruiz Massieu, tiene que ver con el desarrollo inclusivo, algo que tampoco se ha hecho tangible, lo que dará el respaldo social al tratado y asegurará su continuidad.
Aunque México sigue pendiente del sector exportador, el motor económico, Claudia Ruiz Massieu apuntó la falta de trabajadores agrícolas en México, porque están apostando por migrar a Estados Unidos, o porque las nuevas generaciones ya no quieren trabajar en el campo.