Analistas señalan que el impacto será notable de forma inmediata y rápidamente, ya que ambas economías tienen lazos comerciales muy fuertes.

En economías emergentes como las de América Latina, la desaceleración junto con la inflación acentúa retos ya existentes, como altos niveles de pobreza y desigualdad”.

Una desaceleración cada vez más acentuada de Estados Unidos que restará vigor a las exportaciones y al flujo de remesas, es lo que está detrás del recorte de expectativas que realizó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para el PIB mexicano del año próximo, advirtió el economista para México de la entidad, Alberto González Pandiella.

Reconoció que una recesión en Estados Unidos impactará a México de manera notable de forma inmediata y rápidamente, ya que ambas economías tienen lazos comerciales muy fuertes.

Pero matizó que el escenario central de la organización para Estados Unidos “es el de una desaceleración gradual y significativa con un crecimiento en el 2023 de solo medio punto porcentual”.

Entrevistado por El Economista, comentó que una recesión de Estados Unidos no necesariamente implica una en México, pero sí va a generar un crecimiento más moderado del esperado.

En la víspera, la OCDE presentó su actualización de expectativas y prevé un crecimiento de 1.5% en el PIB para el año próximo. De acuerdo con el experto, este pronóstico no contempla el escenario de una recesión de Estados Unidos.

Desde París, argumentó que el ajuste al alza en el pronóstico de crecimiento para este año en la OCDE, que está en 2.1%, está apoyado en “un crecimiento más robusto de lo esperado en la primera mitad del año, particularmente del consumo”. El pronóstico anterior que tenía la Organización, en junio, era de 1.9 por ciento.

Las remesas han sido muy importantes para apuntalar el consumo en este año y otro elemento positivo es la recuperación gradual del mercado laboral, resaltó.

González Pandiella destacó de forma particular la recuperación del empleo en el sector turismo durante la primera mitad del año. “Es un sector intensivo en trabajo y que ha venido recuperándose durante el 2022”.

El economista de la OCDE para México explicó que la desaceleración mundial en un contexto de inflación “es un escenario complejo tanto para economías avanzadas como para emergentes”. En economías emergentes como las de América Latina acentúa retos ya existentes, como altos niveles de pobreza y desigualdad, precisó.

El experto comentó que los bancos centrales de México y Brasil reaccionaron de manera temprana y contundente con incrementos en las tasas de interés. Movimientos que también han tenido impacto sobre los flujos de capital.

Desde su perspectiva, “el efecto que han tenido las alzas de tasas en los flujos de capital es particularmente relevante en un momento en que la Reserva Federal está reaccionando de forma más contundente a las tensiones inflacionarias”.

Estimó que la inflación se mantendrá por encima del rango meta de los bancos centrales durante algún tiempo.

Reconoció las medidas que puso en marcha el gobierno para mitigar el impacto de la alta inflación en los hogares. Particularmente la eliminación temporal de aranceles a la importación de bienes que integran la canasta básica.

“Prolongar esa eliminación de aranceles, y hacerla permanente, ayudaría a seguir contrarrestando el impacto de la inflación”, finalizó.

Fuente: El economista 26/09/22