Diferendos por la interpretación de reglas de origen, por subsidios estadounidenses y por derechos laborales han aflorado en casi dos años de iniciado el tratado
El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha concentrado sus disputas en el sector automotriz, tanto en las reglas de origen como en el ámbito laboral.
Trabajadores de la planta de autopartes Manufacturas Vu en Piedras Negras, Coahuila, presentaron una queja laboral en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Se trata de la quinta queja laboral contra una empresa establecida en México desde que el T-MEC entró en vigor el 1 de julio de 2022, todas en la industria automotriz (General Motors, Tridonex, Panasonic, Teksid y Vu).
Los trabajadores acusan a la gerencia de invitar a la CTM a firmar un contrato de protección y de tomar represalias contra los trabajadores opositores.
México y Canadá solicitaron un panel de solución de controversias contra Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio entre los tres (T-MEC) por diferencias en la aplicación de las reglas del origen dentro de la industria automotriz.
Otro caso paralelo es la revisión del crédito fiscal para vehículos eléctricos incluido en la legislación Build Back Better aprobada por la Cámara de Representantes. Proporciona hasta 12,500 dólares en créditos fiscales para la compra de vehículos eléctricos, incluidos 4,500 dólares si un vehículo se ensambla en plantas de Estados Unidos con mano de obra sindicalizada y 500 dólares adicionales si tiene al menos 50% de contenido y celdas de batería de Estados Unidos.
En el proceso de renegociación del T-MEC, el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, emitió sus principales inconformidades en el sector automotriz.
Aun así, en los primeros cuatro meses de 2022, las exportaciones mexicanas de productos automotrices fueron de 46,806 millones de dólares, un máximo histórico, superando en 5.6% al mismo periodo de 2019, el anterior nivel más alto, de acuerdo con datos del Departamento de Comercio.
Bajo el T-MEC, México se compromete a reformar su sistema laboral. Las reformas están en marcha y se espera que incluya un nuevo sistema de justicia laboral con tribunales especializados destinados a acelerar la resolución de conflictos laborales y procesos más democráticos en torno a la votación relacionada con los sindicatos.
El Congreso estadounidense incluyó 180 millones de dólares durante cuatro años en la legislación de implementación del T-MEC para proyectos de asistencia técnica relacionados con el acuerdo y 30 millones para pagar a los agregados laborales y otro personal para monitorear el cumplimiento de México en el T-MEC.
Las metas de la asistencia reciente han sido garantizar el cumplimiento de las leyes laborales mexicanas y los derechos legítimos de negociación colectiva; aumentar las medidas para mitigar el Covid-19 entre los trabajadores; y abordar el trabajo infantil y el trabajo forzoso en las cadenas de suministro de México, incluso en la agricultura.
Algunos miembros del Congreso estadounidense han elogiado las recientes votaciones de trabajadores mexicanos a favor de establecer sindicatos independientes en sus plantas automotrices como pasos para mejorar los derechos y la representación de los trabajadores.
México se ha mantenido competitivo en su industria automotriz, con una amplia base de proveeduría y cadenas de suministro integradas.