A partir de julio del próximo año se aplicará la norma de contenido regional de 75% que se pactó en el T-MEC luego de tres años de aumentos graduales, lo que requerirá de un mayor esfuerzo de los fabricantes para producir autopartes en América del Norte.
Las normas de origen establecidas en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) atraerían más inversiones en la industria automotriz en 2023, puesto que será el año en que se aplicarán en su tope más alto para vehículos de pasajeros y camiones ligeros.
Francisco González, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), destacó que se estima que el nearshoring tiene el potencial de atraer unos 70,000 millones de dólares en comercio y una cantidad similar en inversiones en América Latina, con México abarcando más de 50% de esas posibilidades.
El requisito del Valor de Contenido Regional (VCR) exige que los vehículos de motor alcancen un umbral definido de contenido norteamericano para ser considerados “originarios” y recibir los beneficios libres de aranceles del T-MEC.
En virtud de este acuerdo, el VCR para vehículos de pasajeros y camiones ligeros aumentó a 75%, frente al VCR del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 62.5 por ciento.
El VCR más alto se aplica en etapas anuales iguales a lo largo de tres años y se aplicará plenamente el 1 de julio de 2023. A partir del 1 de julio de 2022, el VCR para vehículos de pasajeros y camiones ligeros es de 72 por ciento.
Para los camiones pesados y los ligeros eléctricos, el VCR del TLCAN de 60% se mantendrá a partir de la entrada en vigor del T-MEC. Sin embargo, el VCR para estos camiones aumentará a 64% el 1 de julio de 2024, y a la tasa final de 70% el 1 de julio de 2027.
La pandemia de Covid-19 ha sido un factor importante, lo mismo que el conflicto entre Rusia y Ucrania y el conflicto China-Estados Unidos, y no olvidemos que la distancia es otro factor que no consideramos, la parte de sustentabilidad y estar trayendo productos del otro lado del mundo tiene una huella de carbono importante”, dijo González.
De enero a octubre de 2022, México exportó productos automotrices a Estados Unidos por 124,752 millones de dólares, de los cuales 59,870 fueron autopartes. Del total de autopartes importadas por Estados Unidos, 39.1% tuvieron como origen México.
Varios productores de América del Norte solicitaron el Régimen de Transición Alternativo (RTA) para vehículos eléctricos e híbridos eléctricos debido a la actual falta de disponibilidad de baterías de iones de litio norteamericanas e insumos relacionados (por ejemplo, celdas) necesarios para cumplir las normas de origen estándar.
Un RTA permite un plan adaptado para cumplir gradualmente los niveles de contenido regional durante un máximo de cinco años antes de satisfacer los requisitos estándar.
Este tema de relocalización tiene anglicismos que permite ser más específico, abarca desde el offshoring (salida de las plantas hacia otras partes del mundo de donde está la sede de la empresa), el reshoring (devolver la producción de productos al país original de la compañía) y el nearshoring (transferir una operación comercial a un país cercano), hasta el friendshoring y el ally-shoring (construir cadenas de suministro sólo donde tiene fuertes alianzas).
“Todo este paquete está originando que la geolocalización sea más regionalizada; la globalización no está falleciendo, simplemente está cambiando su intensidad”, dijo González.