El 2022 se perfila para convertirse en el tercer año consecutivo con desinversión de no residentes en títulos de deuda; el peso mexicano se ha mantenido estable, destacó el Fondo.

Los fondos de pensiones están invirtiendo en títulos de deuda del gobierno mexicano, con lo que compensan parcialmente la liquidación que están haciendo inversionistas extranjeros.

Información del Banco de México muestra que desde el 3 de enero de este año y al corte del 26 de octubre de 2022, los extranjeros han desinvertido 115,107 millones de pesos en títulos de deuda gubernamental.

En ese mismo lapso, las siefores han incrementado su posición en títulos de deuda de gobierno en 78,807 millones de pesos.

Expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) consignaron que “la liquidación de títulos de deuda por parte de no residentes ha sido compensada por fuertes compras por parte de inversionistas institucionales, en particular, los fondos de pensiones”.

Economistas del banco de inversión UBS, explicaron en un análisis que “esta nueva realidad hace que el peso sea menos vulnerable al alza mundial de tasas de interés y a los flujos de capital”.

En uno de los anexos incluidos en las Conclusiones a la revisión que hizo el FMI a México, en cumplimiento del Artículo IV del Convenio Constitutivo, explicaron las razones detrás de la fortaleza del peso mexicano.

Observaron que en los últimos tres años se ha presentado una liquidación de no residentes de valores denominados en pesos del mercado de bonos del gobierno; un desarrollo que afirman “se trae desde antes de la pandemia y ha afectado también a otros grandes emisores de bonos denominados en moneda nacional en mercados emergentes que son pares de México.

Pero en el caso de México, “esto ha sido compensado por fuertes compras de inversionistas institucionales”.

Para UBS, la moneda mexicana se ha visto beneficiada por la combinación del alto diferencial de tasas, una postura fiscal estricta, finanzas externas sanas y la baja participación extranjera en los mercados nacionales.

En un análisis titulado ¿Persistirá la fortaleza del peso mexicano?, economistas del banco de inversión detallaron que la proporción de títulos de deuda mexicana en manos de extranjeros pasó de 28% del total en diciembre de 2019 a 16% para fines de julio de este año.

Advirtieron que “la mayor parte de los bonos vendidos por extranjeros fueron comprados por bancos y fondos de pensiones locales”.

Previeron una tendencia moderada de depreciación del peso a raíz de las perspectivas de un ciclo prolongado de alzas de tasas de la Fed y la inquietud creciente por el crecimiento mundial.

En el anexo de la revisión a México que hicieron expertos del FMI, destacaron que pese a que el 2022 se perfila para convertirse en el tercero consecutivo con desinversión de extranjeros en títulos de deuda, el peso mexicano se ha mantenido estable y “relativamente bien”.

Observaron que “es posible que el carry trade explique parte de este desempeño”. Precisaron que la liquidación de capitales ha sido gradual y se ha desacelerado desde el año pasado.

Además, consideran que el peso se ha visto respaldado por fuertes remesas, un historial de disciplina fiscal y algunas entradas de capital vinculadas al nearshoring, que es la relocalización de empresas hacia territorios cercanos geográficamente al mercado de Estados Unidos.

Misma historia del 2021

La información del Banco de México muestra que en el 2021, los extranjeros vendieron títulos de deuda de gobierno por 257,601 millones de pesos en valores gubernamentales, un monto que es 15% mayor respecto al liquidado en todo el 2020. Las siefores compraron títulos de deuda equivalentes a 310, 801 millones de pesos, con lo que llegaron a poseer cerca de 2.4 billones de pesos en títulos de deuda gubernamental al cierre del 2021.

Desde diciembre pasado, el analista de la consultoría Integralia y ex presidente de la Consar, Carlos Ramírez explicó a El Economista que tanto las afores como los bancos, aseguradoras, siefores y fondos de inversión estaban demandando los papeles.

Explicó que los inversionistas domésticos “están amarrados” y tienen que invertir al menos 50% de su cartera en renta fija nacional.

“Las ventajas son que ya tenemos un mercado de manos firmes que invierte en México y permite el desarrollo de mercados domésticos (…) pero los fondos de pensiones crecen a ritmo acelerado”, destacó.

Aun reconociendo la importante participación que están presentando los compradores del mercado doméstico, Ramírez observó que es difícil anticipar si será suficiente para compensar una mayor desinversión.

Fuente: El economista 08/11/22