Analistas. México presenta el déficit más alto desde que hay registro para un primer bimestre ante el impacto que tuvo la paridad cambiaria sobre las exportaciones
La fortaleza del peso frente al dólar acentuó el diferencial entre importaciones (más baratas) y exportaciones (que reciben menos valor por producto), por lo que según especialistas, fue uno de los principales factores para que el déficit en la balanza comercial de México creciera a niveles históricos.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre enero y febrero de 2023, el déficit comercial sumó 5 mil 969 millones de dólares, 19.6 por ciento más que el año previo.
Por un lado, la importación de bienes de consumo subió 23 por ciento; a la par, la exportación de manufactura creció 10 por ciento.
“Tener un peso sobrevaluado no ayuda a las exportaciones, que es pieza fundamental en la generación de divisas y de la que dependen más de 9.3 millones de empleos directos”, dijo a MILENIO el presidente de la Asociación de Industrias Maquiladoras y Manufactureras de Occidente, Guillermo del Río Ochoa.
Enfatizó que tener un peso fuerte no debería considerarse como un gran logro porque además de restar competitividad a las exportaciones, castiga el valor de las remesas, los ingresos petroleros y el turismo por lo que las autoridades deberían poner un poco más de énfasis de tratar de llevar la paridad cambiaria a un rango más holgado que no estrangule al sector exportador.
“Respaldamos que el Banco de México tenga autonomía para conducir la política monetaria y por eso confiamos que en poco tiempo el mercado nos pueda llevar a niveles de 20 o 21 pesos por dólar que estaría ayudando mucho al sector manufacturero de exportación que ahora está enfrentando la situación buscando componentes a un precio más competitivo”, explicó.
Mientras que el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp), en su estudio llamado “Causas de la fortaleza del Peso y consideraciones al respecto”, apunta que la fortaleza del peso abarata las importaciones, lo cual acelera la entrada de productos manufacturados y presiona el mercado nacional.
“Sin un aumento concomitante de la productividad, la apreciación perjudica la competitividad de la economía al generar una apreciación del tipo de cambio real o, como se le conoce más ampliamente, una tendencia a la sobrevaluación cambiaria. Las importaciones provenientes del exterior se abaratan y las exportaciones del país se encarecen”, explicó el grupo de analistas que forma parte del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
¿Riesgos de quiebra?
Guillermo del Río Ochoa subrayó que, por el momento, no hay riesgo de cierre de las unidades productivas que, en último caso, están trasladando costos al cliente final para no disminuir utilidades, aunque insistió que eso no es benéfico porque como industria y país se está perdiendo competitividad global.
“Tan sólo en la región occidente tenemos mil 500 empresas exportadoras de las 6 mil 200 reportadas por el INEGI y las más afectadas son las de calzado, alimenticia y de autopartes que han ajustado sus procesos para hacerlos más eficientes y compensar costos”, expuso.
José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis de Comercio, Economía y Negocios (Lancen), señaló que solo en el segundo mes del año las exportaciones totales cayeron 5.84 por ciento en donde el sector manufacturero contribuyó con un comportamiento de menos 2.2 por ciento y el automotriz con menos 7.9 por ciento, lo que obliga a prender alertas para que la situación no empeore.
“El incremento en la tasa de referencia que ya se sitúa en 11.25 puntos base es en respuesta a los movimientos de la Reserva Federal de Estados Unidos que para frenar la inflación la subió a 4.75 y se espera llegue a 6 para finales del año, por lo que seguramente el Banco de México continuará con la tendencia alcista que comprometerá más al sector exportador”, advirtió.
Indicó que es muy probable que en la próxima reunión del 18 de mayo la Junta de Gobierno de Banxico eleve nuevamente la tasa de referencia en otros 25 puntos e incluso se prevé cierre el año con 12 puntos base para acelerar la restricción monetaria y reducir la inflación que al cierre de la primera quincena de marzo registraba un incremento anual de 7.12 por ciento.