Las exportaciones de cereales ucranianos se reanudaron este miércoles después de que Rusia volviera al acuerdo, mediado por la ONU y Turquía, para establecer un corredor marítimo seguro en el mar Negro.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo ante el Parlamento turco que las exportaciones de granos ucranianos se reanudarían este miércoles hacia el mediodía a través del corredor, tras una llamada telefónica entre los ministros de Defensa turco y ruso.

El Ministerio de Defensa ruso confirmó su regreso al acuerdo tras haber recibido «garantías escritas» de Ucrania sobre la desmilitarización del corredor utilizado para el transporte de granos.

«Rusia considera que las garantías que recibió hasta ahora parecen suficientes y reanuda la aplicación del acuerdo», aseguró el ministerio en un comunicado.

El secretario general de la ONU, António Guterres, otro garante del acuerdo, «celebró» la decisión de Rusia.

Desde que se instauró el pacto, cerca de 10 millones de toneladas de granos ucranianos pudieron ser exportadas a través del mar Negro.

El acuerdo permitió aliviar la crisis alimentaria global desatada tras la invasión de Ucrania por Rusia a finales de febrero.

Según los términos del acuerdo, sellado en julio, los barcos que entran y salen de Ucrania son inspeccionados por un equipo conjunto de funcionarios turcos, de la ONU, ucranianos y rusos.

Pero Moscú anunció el sábado que suspendía indefinidamente su participación después de acusar a Ucrania de un «masivo» ataque contra su flota del mar Negro amarrada en Crimea.

Una serie de llamadas telefónicas en los últimos días entre funcionarios rusos y turcos, incluida una el martes entre Erdogan y el presidente ruso Vladimir Putin, y la mediación de la ONU, parecen haber convencido a Moscú de reconsiderar su postura.

No obstante, Putin advirtió que Rusia se reservaba el derecho a «retirarse» del acuerdo «en caso de violación de esas garantías» ofrecidas por Ucrania.

Amenazas nucleares

En medio de las tensiones diplomáticas, el temor a un potencial ataque nuclear en Ucrania se acentuó después de que el gobierno estadounidense se declarara «cada vez más preocupado por la posibilidad» de que eso ocurra, según las palabras del portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.

Unas declaraciones que siguieron a la información aparecida en el diario New York Times, según la cual, jefes militares rusos habrían discutido recientemente sobre la posibilidad de utilizar un arma nuclear táctica en Ucrania, es decir, una bomba menos potente que una ojiva nuclear clásica.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó de «irresponsable» este miércoles que los medios occidentales «exageren deliberadamente el tema de las armas nucleares».

El Ministerio ruso de Relaciones Exteriores indicó en un comunicado que «la máxima prioridad es evitar cualquier enfrentamiento militar entre potencias nucleares», algo que tendría «consecuencias catastróficas».

Recientemente, Rusia acusó a Ucrania de intentar dotarse de una «bomba sucia«, unas acusaciones que Kiev y sus aliados occidentales rechazaron, considerando que Moscú las podría estar utilizando como pretexto para una escalada militar, habida cuenta de los reveses registrados por sus tropas en el terreno.

«Nos hemos acostumbrado»

En el frente, el Estado Mayor ucraniano informó de combates, principalmente en el este, y de bombardeos contra 25 localidades del este, el centro y el sur.

El gobernador de la región oriental de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, informó de la muerte de cuatro civiles en las últimas 24 horas.

Periodistas de la AFP observaron importantes destrucciones en el pueblo de Bilozirka, en el frente de Jersón, en el sur, capital regional donde las fuerzas rusas han fortificado posiciones de cara a un asalto ucraniano.

En Bilozirka, las fuerzas rusas disparan desde el extremo sur de la carretera, donde se atrincheraron desde que huyeron de esa localidad, en marzo.

«Al principio, pensábamos que en algún momento esto terminaría. Pero ahora ya parece normal. Nos hemos acostumbrado», contó una joven lugareña, Angelika Borysenko, de 20 años.

El lunes, Rusia llevó a cabo una nueva serie de bombardeos masivos contra infraestructuras críticas ucranianas, lo que provocó cortes de agua y luz, sobre todo en la capital, Kiev.

El operador ucraniano, Ukrenergo, anunció el miércoles nuevas restricciones de luz, y el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, prometió desplegar mil puntos de calefacción para que los habitantes afronten el invierno.

Zelenski indicó que los ataques rusos habían dañado el 40% de las instalaciones energéticas de Ucrania, lo que llevó al país a detener las exportaciones a la Unión Europea, donde los precios se están disparando.

Fuente: El economista 03/11/22