- Descarta extender a toda la UE la ‘excepción ibérica» o un límite general al precio de todo el gas, según Bloomberg.
- La Comisión Europea aprobará el martes una nueva propuesta de medidas para abaratar la luz, que estudiarán los Veintisiete el jueves y viernes.
Ni ampliar a todos los países de la UE la ‘excepción ibérica’ que limita el precio del gas que se utiliza para generar electricidad ni fijar un precio máximo al que los Estados miembros paguen todo el gas que se importa. La Comisión Europea ha hecho valer en las últimas horas sus reticencias a estos dos instrumentos para intervenir el mercado eléctrico y conseguir bajar la factura de la luz y, en su lugar, se inclina por una solución alternativa, intermedia: fijar un tope «dinámico» al precio del gas, que revisaría periódicamente y se aplicaría sobre el que se negocia en el principal mercado de la energía en la UE, el holandés y sobre cuyo índice TTF existe consenso en que no refleja fielmente los precios por estar demasiado influido por el gas ruso. Bruselas apostará por reformarlo antes de fin de año.
Bloomberg adelantó este domingo algunos elementos que figurarán en la propuesta que la Comisión Europea aprobará este martes y someterá a debate y aprobación de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en el Consejo Europeo de unos días después, el 20 y 21 de octubre.
Según la agencia de noticias, la opción sobre la mesa de la Comisión para intervenir el mercado consiste en un «tope dinámico» del precio del gas que no se activaría inmediatamente, sino que entraría en escena si el precio que marca el índice TTF lo supera. Sería temporal y no sería inamovible porque se revisaría de forma periódica. Se trata de un tope de precios relativo y muy distinto al general que reclaman 15 de los 17 gobiernos europeos. Ante esta presión, la Comisión se abrió hace dos semanas a estudiarlo, pero como último paso de una hoja de ruta donde priorizó otros aspectos que previsiblemente incluirá su propuesta a los Veintisiete, como la negociación con productores amigos o las compras conjuntas.
Bloomberg se hace eco del borrador de medidas sobre las que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el resto de comisarios han estado trabajando este fin de semana, tal y como ella misma ha dejado patente en redes sociales. «Buena discusión telemática sobre energía con los miembros del colegio. Progresos para aplicar la hoja de ruta para hacer frente a los altos precios de la energía«, tuiteó este domingo, dos días antes de que se apruebe una nueva propuesta con medidas.
De acuerdo con la información que avanza Bloomberg, la Comisión dejará fuera de su propuesta legislativa a los Veintisiete las medidas más intervencionistas para incidir en la negociación entre la UE y los productores de gas a los que considera amigos -como Noruega, Argelia o Estados Unidos- en lugar de fijar un tope al precio de todo el gas que compra, así como en la plataforma de compras conjuntas en la UE, de las que quedaría fuera Rusia.
No generalizar la excepción ibérica
También según esta agencia internacional, sobre la mesa de la Comisión no está la idea de generalizar en toda la UE la ‘excepción ibérica’ que desde junio permite que España y Portugal limiten el precio del gas para producir electricidad. A medida que pasaron las semanas y se comprobó que el precio de la luz era más bajo en estos dos países que en el resto, otros gobiernos empezaron a pedir este mecanismo para sí mismos. Entre ellos, Francia o Eslovaquia, pero también Bélgica e Italia, que la semana pasada firmaron una carta junto a Grecia y Polonia para proponer como una posible opción fijar un límite de precio en el mercado mayorista y mecanismo diferente para casar precio y demanda las fluctuaciones superan en 5%, con opción de revisar para acompasar el precio europeo al de otros mercados internacionales.
En la correspondencia entre grupos de Estados miembros y la Comisión de las últimas semanas, parte de los países que firman esta última misiva lo hacían también de otra que contó con el apoyo de 15 Estados miembros, entre los que sí se encontraba España, que previamente había pedido a Von der Leyen un límite para todo el gas que importa la UE, una medida que tanto Bruselas como Alemania o Países Bajos descartaban por el riesgo de ahuyentar así a productores de gas que prefirieran venderlo en mercados distintos a la UE donde se pagara mejor.
De momento, la opción que parece abrirse paso en una solución intermedia que el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, ya valoró positivamente cuando empezó a emerger, a finales de septiembre, cuando Bruselas se mantuvo en su negativa a limitar el precio de todo el gas, a pesar del malestar de una mayoría de Estados miembros.
“La idea de un tope de precios puede tener contraindicaciones: el tratamiento de los mercados o hacia los países, porque está claro que la actitud hacia Rusia no puede ser la misma que hacia Noruega o Argelia, se requiere un instrumento bastante sofisticado. Por tanto, un límite dinámico de precios podría satisfacer esta necesidad”, dijo hace unas semanas el comisario italiano.